¿Qué ocurre en el olivar después de la recolección?

Tras la recolección, el olivar de Vadolivo entra en una fase crucial de cuidados: tratamientos foliares con potasio y cobre para sanar y proteger, manejo sostenible del suelo con compost de alperujo propio, y mantenimiento para preparar la futura cosecha. Descubre las labores esenciales que garantizan la calidad de nuestro AOVE.

La campaña de recolección de la aceituna, con su bullicio y actividad frenética, marca el clímax del año agrícola en el olivar. Pero, ¿qué sucede cuando las últimas aceitunas han llegado a la almazara y el campo parece entrar en un merecido descanso? Lejos de la inactividad, para quienes vivimos y trabajamos la tierra, como el equipo de Vadolivo, el final de la cosecha significa el inicio de una nueva etapa, una fase crucial de cuidados y preparación. Estas tareas, aunque menos visibles para el consumidor, son fundamentales para la salud del olivo, la sostenibilidad del ecosistema y, en última instancia, para la calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) que disfrutaremos en la siguiente temporada. ¡Descúbrelas aquí!

El final de la campaña de recolección, que en nuestras latitudes suele coincidir con la sensible bajada de las temperaturas, el comienzo de las heladas y, en ocasiones, las primeras nieves, nos sumerge en un calendario de labores diferente pero no por ello menos importante. El olivo, tras el esfuerzo de producir su fruto, necesita recuperarse y prepararse para el reposo invernal y el ciclo productivo venidero.

El olivar en post-recolección: un periodo de recuperación y preparación estratégica

Tras la cosecha, el olivo se encuentra en un estado particular. Ha invertido una gran cantidad de energía y nutrientes en la producción de sus frutos. Las ramas pueden haber sufrido pequeñas heridas o estrés por la acción de la maquinaria de recolección (aunque en Vadolivo nos esforzamos por minimizar cualquier daño). Es un momento en el que el árbol es más vulnerable. Por ello, los cuidados post-recolección se enfocan en varios objetivos clave:

  • Restaurar el equilibrio nutricional del árbol.
  • Protegerlo contra enfermedades fúngicas y bacterianas que puedan aprovechar las heridas o la debilidad invernal.
  • Manejar la competencia de hierbas adventicias por agua y nutrientes.
  • Preparar el suelo para la próxima campaña, mejorando su estructura y fertilidad.
  • Mantener y formar los olivos, especialmente los más jóvenes, y preparar la maquinaria para futuras labores como la poda.

Veamos en detalle las principales tareas que acometemos en Vadolivo durante este periodo fundamental.

1. Nutrición y protección foliar: sanando y fortaleciendo el olivo

Una de las primeras y más importantes actuaciones tras finalizar la recogida es el tratamiento foliar. Este tratamiento tiene un doble objetivo: reponer nutrientes esenciales y proteger al árbol.

a. Reposición de Potasio (K): el macroelemento clave

El potasio es, cuantitativamente, el macroelemento más demandado por el olivo, especialmente durante la fase de desarrollo y maduración del fruto. La aceituna actúa como un potente sumidero de potasio, lo que significa que una gran parte de las reservas de este nutriente del árbol se trasladan al fruto.

¿Por qué es tan importante el potasio?

  • Calidad del fruto y rendimiento graso: Interviene directamente en la síntesis y acumulación de aceite en la aceituna.
  • Regulación hídrica: Ayuda a la planta a gestionar el agua, mejorando su resistencia a la sequía y a las heladas al regular la apertura y cierre de estomas y la presión osmótica celular.
  • Activación enzimática: Participa en numerosos procesos metabólicos esenciales.
  • Resistencia a enfermedades y estrés: Un olivo bien nutrido en potasio es más robusto y menos susceptible a enfermedades.
  • Desarrollo de yemas y brotes: Esencial para la formación de reservas que sustentarán la brotación y floración de la primavera siguiente.

Tras la recolección, es habitual que el olivo presente una carencia de potasio. La aplicación foliar de este elemento permite una rápida absorción a través de las hojas, reponiendo parte de estas reservas de manera eficiente. En Vadolivo, consideramos este tratamiento imprescindible para ayudar al árbol a recuperarse del esfuerzo productivo, endurecer sus tejidos de cara al invierno y asegurar una buena base para la diferenciación de las yemas florales que darán la cosecha futura.

b. Protección con Compuestos Cúpricos: un escudo natural

La recolección, incluso realizada con el máximo cuidado como procuramos en Vadolivo, puede ocasionar pequeñas heridas en las ramas y hojas debido al vareo o al paso de maquinaria. Estas microheridas, junto con las cicatrices dejadas por la caída de los pedúnculos de las aceitunas, son potenciales vías de entrada para diversos patógenos, especialmente hongos y bacterias que proliferan en condiciones de humedad y temperaturas suaves del otoño e invierno.

El papel del cobre: Los compuestos a base de cobre (oxicloruro de cobre, hidróxido de cobre, sulfato de cobre en el tradicional «caldo bordelés») son fungicidas y bactericidas de contacto con una larga tradición en la agricultura. Actúan formando una película protectora sobre la superficie de la planta que impide la germinación de las esporas de los hongos y la multiplicación de las bacterias.

Enfermedades que previene:

  • Repilo (Spilocaea oleaginea): Una de las enfermedades fúngicas más comunes y dañinas del olivar, que provoca la caída prematura de las hojas y debilita el árbol.
  • Tuberculosis del olivo (Pseudomonas savastanoi pv. savastanoi): Bacteria que causa la formación de tumores o verrugas en ramas y troncos, aprovechando heridas para infectar.
  • Antracnosis o aceituna jabonosa (Colletotrichum spp.): Hongo que afecta principalmente al fruto, pero también puede infectar hojas y ramas.

Con este tratamiento cúprico post-recolección, en Vadolivo conseguimos cicatrizar los daños ocasionados en la planta y prevenir infecciones, asegurando que el olivo entre en el invierno lo más sano y protegido posible. Es una medida preventiva fundamental dentro de nuestro plan de manejo integrado.

2. Manejo de la cubierta vegetal y control de hierbas adventicias

El control de las hierbas no deseadas, también conocidas como «malas hierbas» o hierbas adventicias, es otra tarea importante en el olivar, aunque el enfoque puede variar significativamente según el sistema de producción (convencional, producción integrada, ecológico).

a. ¿Por qué controlar las hierbas adventicias?

Aunque una cubierta vegetal bien gestionada puede tener beneficios, un exceso de hierbas no controladas puede suponer:

  • Competencia por agua y nutrientes: Especialmente crítica en periodos de sequía o en suelos pobres.
  • Refugio para plagas y enfermedades: Algunas hierbas pueden hospedar insectos o patógenos que luego afecten al olivo.
  • Dificultad para otras labores: Pueden entorpecer la recolección, la aplicación de tratamientos o la poda.
  • Riesgo de incendio: En verano, la hierba seca puede aumentar este peligro.

b. El enfoque de Vadolivo en Producción Integrada

En las parcelas de Vadolivo que se encuentran bajo el sistema de producción integrada (un sistema a medio camino entre la agricultura convencional y la ecológica, que busca optimizar los recursos y mecanismos de producción naturales para asegurar una agricultura sostenible), se realiza un tratamiento herbicida selectivo. Este tratamiento se aplica debajo de las copas de los olivos, en la zona del ruedo, para controlar las hierbas que suelen aparecer con las primeras lluvias otoñales o invernales y así asegurar una producción de calidad sin competencia directa en la zona de mayor actividad radicular.

Es crucial mencionar, como bien se indica, que son muchas las personas que realizan estos tratamientos en otoño. Sin embargo, en Vadolivo tenemos una política muy clara al respecto: nunca utilizamos herbicidas antes de la recolección. Esta práctica garantiza que no exista ningún tipo de residuo en la aceituna que luego pasaría a nuestro AOVE, priorizando la seguridad alimentaria y la pureza de nuestro producto.


Labores de mantenimiento en el olivar Vadolivo
El cuidado del suelo y el control de la vegetación son tareas clave en Vadolivo.

c. Alternativas y complementos al uso de herbicidas

En Vadolivo, somos conscientes de la importancia de un manejo sostenible del suelo y estamos siempre explorando y aplicando las mejores prácticas. Más allá del uso selectivo de herbicidas en producción integrada, existen otras estrategias para el manejo de la cubierta vegetal:

  • Desbroce mecánico: Siega o trituración de la hierba en las calles (espacio entre líneas de olivos) o incluso bajo las copas. Esto controla su crecimiento sin eliminarla por completo, permitiendo que sus raíces ayuden a estructurar el suelo y a prevenir la erosión.
  • Mantenimiento de cubiertas vegetales sembradas o espontáneas controladas: Se puede fomentar el crecimiento de ciertas especies beneficiosas (leguminosas, gramíneas no muy agresivas) que aporten materia orgánica, fijen nitrógeno atmosférico, mejoren la infiltración de agua y sirvan de refugio a fauna auxiliar beneficiosa.
  • Laboreo superficial: Aunque cada vez menos frecuente por sus inconvenientes (pérdida de materia orgánica, riesgo de erosión, daño a raíces superficiales), en algunos casos puntuales y con implementos adecuados, puede utilizarse para controlar hierbas.

El objetivo final es encontrar un equilibrio que minimice la competencia con el olivo pero maximice los beneficios de un suelo vivo y protegido.

3. Mantenimiento general del olivar y preparación para la poda

El periodo invernal, especialmente meses como enero, caracterizados por heladas, vientos y un menor trajín agrícola, es ideal para realizar diversas tareas de mantenimiento y preparación.

a. Cuidado de las plantaciones jóvenes: el futuro del olivar

Los olivos jóvenes, en sus primeros años de crecimiento, son especialmente sensibles a las inclemencias del tiempo y necesitan cuidados específicos para asegurar un buen desarrollo.

  • Repaso del entutorado: El viento fuerte o el peso de la nieve o escarcha pueden dañar los jóvenes troncos o desviar su crecimiento. En Vadolivo, repasamos el entutorado de nuestras plantaciones pequeñas. Esto implica verificar que los tutores (palos o cañas que se clavan junto al joven olivo para guiar su crecimiento vertical y ofrecerle soporte) estén firmes y bien sujetos al árbol. Un tutor bien colocado evita que el tronquito, al no tener suficiente grosor ni un sistema radicular completamente desarrollado para soportar su propio peso y las embestidas del viento, pueda partirse o torcerse. Un correcto guiado inicial es fundamental para la estructura futura del árbol adulto.
  • Protección contra roedores y otros animales: En algunas zonas, puede ser necesario proteger los troncos de los olivos jóvenes de conejos u otros animales que puedan roer la corteza.

b. Mantenimiento de maquinaria y herramientas

Antes de que comience la importante labor de la poda, es esencial tener toda la maquinaria y herramientas a punto. En Vadolivo, dedicamos tiempo al mantenimiento de motosierras, tijeras de podar, y la trituradora de restos de poda. Esto incluye limpieza, afilado de cadenas y cuchillas, revisión de motores y niveles de aceite, etc. Un equipo en buen estado no solo facilita el trabajo y lo hace más eficiente, sino que también es crucial para la seguridad del personal y para realizar cortes limpios en los árboles, lo que favorece una rápida cicatrización y minimiza el riesgo de entrada de enfermedades.

c. Introducción a la poda: preparando el árbol para el futuro

Aunque la poda en sí misma es una labor que se extiende durante el invierno y principios de la primavera (antes de la brotación), la preparación y planificación comienzan mucho antes. La poda es una de las prácticas culturales más importantes en el olivar, ya que con ella se busca:

  • Dar forma al árbol (poda de formación): En los olivos jóvenes, para crear una estructura fuerte y equilibrada que facilite las labores futuras.
  • Regular la producción (poda de producción): Buscando un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y la producción de fruto, intentando atenuar la vecería (alternancia de cosechas). Se eliminan ramas viejas o mal ubicadas para favorecer la entrada de luz y aire en la copa, esencial para la calidad del fruto y la sanidad del árbol.
  • Rejuvenecer el olivo (poda de renovación): En árboles envejecidos o con estructuras deficientes, para estimular el crecimiento de nuevas ramas productivas.

La poda, al darle forma al árbol y dirigir sus recursos, ayuda a incrementar su rendimiento y la calidad de la aceituna. Es un trabajo que requiere conocimiento y experiencia, y en Vadolivo lo realizamos con personal cualificado.

4. Aplicación de compost: nutriendo el suelo, el gran aliado

La fertilidad del suelo es la base de un olivar sano y productivo. En Vadolivo, tenemos un fuerte compromiso con la mejora continua de nuestros suelos, y una de las herramientas clave es la aplicación de enmiendas orgánicas, como nuestro propio compost de alperujo.

a. El valor del compost de alperujo

El alperujo (también conocido como orujo de dos fases) es un subproducto de la extracción del aceite de oliva en las almazaras modernas, compuesto por restos de pulpa, piel, hueso y agua de vegetación. En lugar de considerarlo un residuo, en Vadolivo lo transformamos mediante un proceso de compostaje en un valiosísimo abono orgánico.

Beneficios del compost de alperujo para el suelo y el olivo:

  • Aporte de Materia Orgánica: El compost es muy rico en Carbono Orgánico, esencial para la salud del suelo. Mejora su estructura, aumentando la porosidad y la capacidad de retención de agua (muy importante en épocas de sequía) y facilitando la aireación.
  • Mejora de la Flora Microbiana: Estimula la actividad de los microorganismos beneficiosos del suelo (bacterias, hongos, actinomicetos). Un suelo con una rica vida microbiana es un suelo más fértil, capaz de ciclar nutrientes y suprimir patógenos.
  • Nutrición Equilibrada: Aporta de forma gradual una amplia gama de nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes) que el olivo necesita.
  • Sistema Radicular Fuerte y Sano: Un suelo bien estructurado, aireado, con buena capacidad de retención de agua y rico en vida microbiana, promueve un sistema radicular más extenso, fuerte y sano, lo que se traduce en un olivo más vigoroso y resiliente.
  • Economía Circular: Reutilizamos un subproducto de nuestra propia actividad, cerrando el ciclo y apostando por una agricultura más sostenible.

b. Momento y forma de aplicación

Idealmente, la aplicación de compost se debería haber hecho en otoño, para que las lluvias otoñales ayudasen a su incorporación en el suelo y a la activación de los procesos biológicos. Sin embargo, como se menciona en el contenido original, la falta de precipitaciones y humedad puede obligar a retrasar esta labor. En Vadolivo, hemos tenido que adaptarnos a estas circunstancias y, en campañas secas, hemos terminado de aplicarlo más tarde, utilizando un remolque esparcidor para distribuirlo de manera uniforme sobre el terreno.

Otras tareas importantes en el horizonte post-recolección

Además de las labores mencionadas, el periodo post-recolección es también un momento para:

  • Análisis de suelo y foliares: Para diagnosticar el estado nutricional del olivar y planificar de forma precisa la fertilización de la próxima campaña.
  • Control de plagas y enfermedades invernantes: Aunque los tratamientos de cobre son preventivos, se realiza un seguimiento por si fuera necesario actuar contra plagas específicas como el barrenillo (un coleóptero que perfora la madera) u otras enfermedades.
  • Planificación estratégica: Se evalúa la campaña recién terminada, se analizan los resultados, se identifican áreas de mejora y se planifican las estrategias y objetivos para el siguiente ciclo productivo.

Vadolivo: un compromiso los 365 días del año

Como has podido comprobar, el trabajo en el olivar no cesa con la recogida de la aceituna. Cada una de estas tareas post-recolección es un eslabón imprescindible en la cadena que nos permite obtener, año tras año, un Aceite de Oliva Virgen Extra de la máxima calidad. En Vadolivo, entendemos que el cuidado del árbol y del suelo es una inversión a largo plazo, una filosofía de trabajo que se refleja en cada gota de nuestro AOVE.

La dedicación, el conocimiento técnico y el profundo respeto por la naturaleza guían nuestras acciones durante todo el año. Porque detrás de un gran aceite, siempre hay un olivar cuidado con esmero y pasión.

Y tú, ¿has oído hablar alguna vez de alguna de estas tareas? Esperamos que este recorrido por el «invierno» del olivar te haya ayudado a comprender un poco más el complejo y fascinante mundo que rodea la producción de nuestro oro líquido.

 

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