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jabon portada

Jabón casero con aceite de oliva

¡Crea tu propio jabón casero de aceite de oliva con Hacienda Vadolivo! Te guiamos paso a paso con una receta sencilla y segura para elaborar jabón en pastilla, destacando sus beneficios ecológicos y para la piel. Aprende sobre la saponificación, precauciones, personalización y la tradición de reutilizar el aceite, uniendo sostenibilidad y cuidado natural.

En un mundo que busca reconectar con lo auténtico y sostenible, la elaboración de productos caseros está viviendo un renacimiento. La cultura ecológica ha llegado a nuestra sociedad para quedarse, y cada vez son más las personas que asumen “La regla de las tres erres” (reducir, reciclar y reutilizar) como un mantra que induce a adoptar una actitud de mayor respeto hacia el medio ambiente. En este contexto, ¿qué podría ser más gratificante y ecológico que elaborar tu propio jabón casero con aceite de oliva? ¡Con esta sencilla fórmula que te ofrece Hacienda Vadolivo, podrás hacerlo!

Sin embargo, esta práctica no es nueva. Fueron nuestras abuelas las primeras expertas en el arte de la reutilización, transformando con ingenio los distintos alimentos y recursos que tenían por casa para, a partir de ellos, crear otros productos de valor: de un cocido sabroso, unas deliciosas croquetas; de las sobras de pan duro, unas reconfortantes migas; y del aceite que ya habían utilizado para freír, el mejor y más natural de los jabones. Un jabón libre de químicos agresivos, rico por naturaleza en las propiedades emolientes del aceite de oliva y, si se utiliza un AOVE de calidad como el de Hacienda Vadolivo, incluso con un extra de vitamina E y otros antioxidantes. Un jabón hecho con un ingrediente estrella de nuestra tierra: nuestro aceite de oliva.

Desde Hacienda Vadolivo, como defensores de la tradición, la calidad y el aprovechamiento sostenible de los tesoros que nos da el olivar, queremos guiarte en este proceso artesanal. ¿Te gustaría saber cómo hacerlo?

¿Por Qué Elaborar tu Propio Jabón Casero con Aceite de Oliva? Un Mundo de Beneficios

Los motivos para sumergirse en la elaboración de jabón casero de aceite de oliva son numerosos y convincentes:

  • Sostenibilidad y Ecología Pura:
    • Reciclaje Inteligente: Es la forma perfecta de dar una segunda vida al aceite de cocina usado (una vez limpio y filtrado), evitando que contamine el medio ambiente si se desecha incorrectamente por el desagüe.
    • Biodegradable: El jabón de aceite de oliva es completamente biodegradable, lo que significa un menor impacto en nuestros ríos y mares en comparación con muchos detergentes sintéticos.
    • Reducción de Residuos: Al hacer tu propio jabón, disminuyes la necesidad de comprar productos comerciales que a menudo vienen en envases de plástico, contribuyendo a reducir la generación de residuos.
  • Naturalidad y Cuidado para tu Piel:
    • Libre de Químicos Agresivos: Te aseguras de que tu jabón no contiene sulfatos (como el SLS o SLES), parabenos, ftalatos, colorantes artificiales, perfumes sintéticos ni otros aditivos que pueden ser irritantes o perjudiciales para la piel y el medio ambiente.
    • Hidratación y Nutrición Profunda: El aceite de oliva es rico en ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado con excelentes propiedades emolientes e hidratantes. Ayuda a mantener la elasticidad y suavidad de la piel.
    • Riqueza en Glicerina Natural: Durante el proceso de saponificación se produce glicerina de forma natural. En el jabón casero, esta glicerina se conserva, aportando un extra de hidratación y humectación a la piel. Muchos jabones comerciales extraen la glicerina para venderla por separado.
    • Vitamina E y Antioxidantes: El aceite de oliva, especialmente el virgen extra como el de Hacienda Vadolivo (si decides usarlo nuevo para un jabón de tocador de lujo), aporta vitamina E y polifenoles con acción antioxidante, que ayudan a proteger la piel del envejecimiento prematuro. Aunque parte de estos compuestos se transforma, sus beneficios persisten.
    • Ideal para Pieles Sensibles: Por su suavidad y naturalidad, el jabón de aceite de oliva es generalmente muy bien tolerado por pieles sensibles, atópicas, con eccemas, psoriasis o alergias. «Nutre y protege la piel, incluidas las más sensibles.»
  • Versatilidad Asombrosa en sus Usos:
    • Cuidado Personal: Perfecto como jabón de manos, de cuerpo e incluso para la cara. Algunas personas lo utilizan también para el cabello, obteniendo buenos resultados.
    • Limpieza del Hogar: Es un excelente limpiador multiusos. «Nos sirve tanto para quitar las manchas más difíciles en la ropa como para lavar los platos».
    • Lavado de Ropa: Especialmente la versión líquida o en escamas, es ideal para lavar la ropa, siendo suave con los tejidos y con el medio ambiente.
  • Economía y Ahorro: Elaborar tu propio jabón, especialmente si utilizas aceite reciclado, puede suponer un ahorro considerable a largo plazo.
  • Satisfacción Personal (DIY – «Do It Yourself»): Hay un placer inmenso en crear algo útil, natural y de calidad con tus propias manos, conectando con una tradición ancestral.

La Alquimia del Jabón: Entendiendo la Saponificación

Antes de ponernos manos a la obra, es importante comprender la reacción química que da origen al jabón: la saponificación. Dicho de forma sencilla, la saponificación es el proceso por el cual una grasa o aceite reacciona con un álcali fuerte (una base) para producir jabón y glicerina.

La fórmula básica es:

Grasa (Aceite de Oliva) + Álcali Fuerte → Jabón (Sal de un Ácido Graso) + Glicerina

En nuestro caso:

  • La Grasa: Será el aceite de oliva (ya sea usado y limpio, o un AOVE fresco de Hacienda Vadolivo para un jabón de tratamiento). El aceite de oliva está compuesto principalmente por triglicéridos de ácidos grasos, siendo el ácido oleico el predominante.
  • El Álcali Fuerte:
    • Para hacer jabón sólido en pastilla, se utiliza hidróxido de sodio (NaOH), comúnmente conocido como sosa cáustica.
    • Para hacer jabón líquido o en pasta blanda, se utiliza hidróxido de potasio (KOH), conocido como potasa cáustica.

Es crucial entender el papel de la sosa o potasa cáustica. Son ingredientes imprescindibles para que la reacción química tenga lugar; sin ellos, no hay jabón. Mucha gente teme usar sosa cáustica por su naturaleza corrosiva. Sin embargo, si la receta se formula correctamente (es decir, se calcula la cantidad exacta de sosa necesaria para reaccionar con la cantidad de aceite utilizada, a menudo con un pequeño «sobreengrasado» o descuento de sosa para asegurar que todo el álcali reacciona y queda un exceso de aceite sin saponificar), en el jabón final curado NO QUEDA SOSA CÁUSTICA LIBRE. Toda ella se habrá transformado químicamente en jabón y glicerina. Por eso, el jabón casero bien hecho y debidamente curado es suave y seguro para la piel.

La glicerina, ese valioso subproducto de la saponificación, es un humectante natural que atrae la humedad hacia la piel, ayudando a mantenerla hidratada. Como mencionamos, en muchos jabones industriales se extrae para otros usos cosméticos, pero en el jabón artesanal se conserva íntegramente, potenciando sus propiedades beneficiosas.

¡MÁXIMA PRECAUCIÓN! Medidas de Seguridad Indispensables

Antes de comenzar a elaborar tu jabón, es ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE que leas y sigas estas medidas de seguridad. La sosa cáustica (hidróxido de sodio, NaOH) y la potasa cáustica (hidróxido de potasio, KOH) son sustancias químicas muy corrosivas y peligrosas si no se manejan con el debido cuidado.

  • EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL (EPI):
    • Gafas de seguridad de cobertura total: Para proteger tus ojos de salpicaduras. ¡No simples gafas de vista!
    • Guantes de goma resistentes: De nitrilo o látex grueso, que cubran bien las muñecas.
    • Mascarilla: Para evitar inhalar los vapores que se desprenden al mezclar la sosa con el agua (especialmente importante en espacios cerrados).
    • Ropa de manga larga, pantalones largos y calzado cerrado: Para proteger tu piel de posibles derrames. Un delantal resistente también es recomendable.
  • VENTILACIÓN: Trabaja siempre en un área muy bien ventilada, preferiblemente al aire libre o cerca de una ventana abierta con corriente de aire.
  • MANEJO DE LA SOSA/POTASA:
    • SIEMPRE añade la sosa/potasa LENTAMENTE al agua, NUNCA al revés (agua sobre la sosa/potasa). Añadir agua sobre el álcali puede provocar una reacción exotérmica violenta, con riesgo de ebullición y salpicaduras peligrosas.
    • Utiliza recipientes de vidrio muy resistente al calor (tipo Pyrex), acero inoxidable de buena calidad, o plástico resistente al calor y a los químicos (polipropileno – PP tipo 5, o polietileno de alta densidad – HDPE tipo 2) para disolver la sosa/potasa en agua (esta mezcla se llama lejía). NUNCA uses recipientes de aluminio, estaño, zinc, teflón o maderas no tratadas, ya que reaccionan con la sosa.
    • La disolución de la sosa/potasa en agua genera mucho calor (puede alcanzar los 80-90°C). Maneja el recipiente con cuidado.
  • NIÑOS Y MASCOTAS: Mantén a los niños y mascotas completamente alejados del área de trabajo durante todo el proceso y mientras el jabón está curando en sus primeras etapas.
  • UTENSILIOS EXCLUSIVOS: Dedica utensilios (cucharas, jarras medidoras, batidora si la usas) exclusivamente para la fabricación de jabón. No los uses después para cocinar alimentos.
  • EN CASO DE ACCIDENTE:
    • Salpicaduras en la piel: Lava inmediatamente la zona afectada con abundante agua fría durante al menos 15 minutos. Si la quemadura es importante, acude al médico. Tener vinagre a mano puede servir para neutralizar derrames de lejía SOBRE SUPERFICIES (mesas, suelo), pero NO se recomienda aplicar vinagre directamente sobre quemaduras en la piel por sosa, ya que la reacción de neutralización también genera calor y podría agravar la lesión. El protocolo es AGUA ABUNDANTE.
    • Salpicaduras en los ojos: Lava inmediatamente con agua abundante durante al menos 15-20 minutos, manteniendo los párpados abiertos. Acude al oftalmólogo urgentemente.
    • Ingestión: NO provoques el vómito. Bebe agua o leche. Acude al servicio de urgencias médicas de inmediato llevando la etiqueta del producto.

La seguridad es lo primero. Si no te sientes cómodo/a o no puedes garantizar estas condiciones, es mejor no realizar el proceso.

Receta Detallada: Jabón Casero de Aceite de Oliva en Pastilla (Proceso en Frío)

Esta es la receta tradicional para hacer jabón en pastilla, utilizando el método de saponificación en frío, que es el más común a nivel artesanal ya que preserva mejor las propiedades de los aceites.

Ingredientes Necesarios:

  • Aceite de Oliva: 5 litros (o aproximadamente 4550 gramos. Es mejor pesar los ingredientes para mayor precisión).
    • Puedes usar aceite de oliva usado, siempre que esté limpio (sin restos de comida) y bien filtrado (puedes colarlo varias veces con un colador fino o una tela). Este es el enfoque más ecológico y tradicional.
    • Para un jabón de tocador de calidad superior, especialmente si es para pieles delicadas o para regalar, puedes usar aceite de oliva virgen o virgen extra nuevo, como nuestro AOVE Hacienda Vadolivo. El jabón resultante será más rico en propiedades beneficiosas. Puedes usar un aceite que esté próximo a su fecha de consumo preferente.
  • Agua: 5 litros (o 5000 gramos). Preferiblemente agua destilada, desmineralizada o de lluvia limpia para evitar impurezas. Si usas agua del grifo, déjala reposar 24 horas para que se evapore el cloro.
  • Sosa Cáustica (Hidróxido de Sodio – NaOH): 1 kilogramo (o 1000 gramos) en escamas o perlas. Asegúrate de que tenga una alta pureza (superior al 98%). Compra en droguerías o tiendas especializadas. (Nota: La proporción 1:1 de sosa respecto al aceite en peso es muy alta y resultaría en un jabón extremadamente cáustico. La receta tradicional suele ser en volumen para el aceite y agua, y en peso para la sosa, pero las densidades son diferentes. Una proporción más segura para 4550g de aceite de oliva sería alrededor de 580-600g de NaOH para un sobreengrasado del 5-8%. Voy a ajustar la cantidad de sosa para que la receta sea segura y correcta, basándome en cálculos de saponificación estándar para aceite de oliva).

    CANTIDAD DE SOSA AJUSTADA Y SEGURA: Para 4550 gramos de aceite de oliva, y un sobreengrasado del 6-8% (recomendable para suavidad), necesitarás aproximadamente 580-600 gramos de NaOH. Para esta guía, usaremos 600 gramos de NaOH. La cantidad de agua para disolver esta sosa suele ser entre 2 y 3 veces el peso de la sosa; para 600g de NaOH, unos 1500-1800g de agua sería adecuado. La receta original con 5L de agua para 1kg de sosa es una concentración de lejía del 20%, lo cual está bien, pero la cantidad de sosa es excesiva para 5L (aprox 4.5kg) de aceite. Voy a recalcular la receta para que sea coherente y segura, manteniendo los 5 litros de aceite como base, y ajustando sosa y agua.

Receta Recalculada para 5 Litros de Aceite de Oliva (aprox. 4550 gramos):

  • Aceite de Oliva: 4550 gramos (aproximadamente 5 litros).
  • Sosa Cáustica (NaOH): 595 gramos (esto da un sobreengrasado del 6% para aceite de oliva con un índice SAP NaOH de 0.135).
  • Agua Destilada (o desmineralizada): 1500 gramos (aproximadamente 1,5 litros). Esta es una concentración de lejía de aproximadamente 28% NaOH (NaOH / (NaOH+Agua) *100), común en jabonería.

Materiales Necesarios:

  • Balanza de cocina digital (imprescindible para pesar con precisión la sosa y el aceite).
  • Dos jarras medidoras de vidrio resistente al calor o plástico PP/HDPE (una para el agua, otra para la lejía ya mezclada si se transfiere).
  • Recipiente grande de acero inoxidable, vidrio grueso o plástico PP/HDPE para disolver la sosa en el agua (la lejía).
  • Olla grande de acero inoxidable (¡NO de aluminio!) para mezclar el aceite y la lejía.
  • Cuchara de madera de mango largo o espátula de silicona resistente al calor (de uso exclusivo para jabón).
  • Batidora de mano eléctrica (minipimer) con cabezal de acero inoxidable (opcional, pero muy recomendable para acelerar la traza). ¡De uso exclusivo para jabón!
  • Termómetro de cocina (que mida hasta 100°C, para controlar la temperatura del aceite y la lejía).
  • Moldes para el jabón: pueden ser moldes de silicona individuales, un molde grande de madera forrado con papel de horno o plástico grueso, bricks de leche limpios y cortados, tuppers de plástico resistente, etc.
  • Papel film o un trozo de cartón para cubrir los moldes.
  • Mantas o toallas viejas para abrigar los moldes.
  • Cuchillo (que no sea de cocina) o cortador de jabón para partir las pastillas.
  • Rejilla de secado o una caja de cartón forrada con papel.

Elaboración Paso a Paso (Método en Frío):

  1. Paso 1: Preparativos y Seguridad (¡IMPRESCINDIBLE!).
    • Ponte TODO tu equipo de protección: gafas, guantes, mascarilla, ropa adecuada.
    • Asegura una buena ventilación. Mantén alejados a niños y mascotas.
    • Prepara y pesa con exactitud todos tus ingredientes. Ten listos tus moldes.
  2. Paso 2: Preparar la Lejía (Agua + Sosa Cáustica).
    • Vierte los 1500 gramos de agua destilada fría en tu recipiente de acero inoxidable o plástico resistente destinado a la lejía.
    • Con mucho cuidado, añade LENTAMENTE los 595 gramos de sosa cáustica (NaOH) al agua, removiendo suavemente con la cuchara de madera o espátula de silicona hasta que se disuelva por completo. NUNCA AÑADAS AGUA SOBRE LA SOSA.
    • La mezcla se calentará mucho (reacción exotérmica). Evita inhalar los vapores que se desprenden.
    • Deja enfriar la lejía en un lugar seguro y ventilado hasta que alcance una temperatura de entre 40°C y 50°C. Puedes usar un baño de agua fría exterior para acelerar el enfriamiento del recipiente si es necesario.
  3. Paso 3: Preparar y Calentar el Aceite de Oliva.
    • Pesa los 4550 gramos de aceite de oliva en la olla grande de acero inoxidable.
    • Si es aceite usado, asegúrate de que esté limpio y filtrado.
    • Calienta el aceite suavemente a fuego bajo hasta que alcance una temperatura similar a la de la lejía, también entre 40°C y 50°C. Es importante que la diferencia de temperatura entre la lejía y el aceite no sea mayor de 5-10°C para una correcta saponificación.
  4. Paso 4: Mezclar la Lejía y el Aceite – El Inicio de la Saponificación.
    • Una vez que tanto la lejía como el aceite estén a la temperatura adecuada, vierte LENTAMENTE y con mucho cuidado la lejía sobre el aceite, mientras remueves suavemente con la cuchara de madera o la batidora de mano apagada para una primera integración.
    • Este es el momento en que la tradición hablaba de «empastarlo», que es simplemente la mezcla inicial.
  5. Paso 5: Alcanzar la «Traza».
    • Comienza a batir la mezcla. Puedes hacerlo a mano con la cuchara (removiendo siempre en la misma dirección, como decían las abuelas, aunque esto es más tradición que necesidad química) o, mucho más rápido y eficiente, con la batidora de mano eléctrica (minipimer) en ráfagas cortas de unos segundos, alternando con remover manualmente para evitar que la batidora se sobrecaliente y para controlar la textura.
    • La mezcla irá espesando gradualmente. Sabrás que has alcanzado la «traza» cuando la consistencia sea similar a la de unas natillas ligeras, un puré suave o una mayonesa ligera. Si levantas la batidora o la cuchara y dejas caer un poco de la mezcla sobre la superficie, debe dejar un rastro o «traza» visible durante unos segundos antes de hundirse. Este proceso puede tardar desde unos pocos minutos con batidora (5-15 min) hasta una hora o más si se hace completamente a mano. El original menciona «remover durante 30 minutos», lo cual es plausible para el método manual.
    • Si deseas añadir aceites esenciales, colorantes naturales, hierbas secas, etc., este es el momento de hacerlo, justo cuando se alcanza una traza ligera, mezclando bien pero rápidamente.
  6. Paso 6: Verter en los Moldes y Abrigar.
    • Una vez alcanzada la traza, vierte la mezcla de jabón cuidadosamente en los moldes que hayas preparado.
    • Golpea suavemente los moldes sobre la mesa para liberar posibles burbujas de aire atrapadas.
    • Cubre la superficie de los moldes con papel film (sin que toque el jabón si es posible) o un trozo de cartón.
    • Abriga bien los moldes con mantas viejas o toallas. Esto ayuda a mantener el calor generado por la propia reacción de saponificación (fase de gelificación), lo que favorece que la reacción se complete de manera uniforme y el jabón adquiera una mejor textura.
  7. Paso 7: Reposo, Desmoldado y Corte.
    • Deja los moldes abrigados en un lugar tranquilo, sin corrientes de aire, durante 24 a 48 horas. Durante este tiempo, el jabón se solidificará. El texto original menciona «dejarlo en reposo durante otras 24 horas», lo cual se alinea con esta fase.
    • Pasado este tiempo, comprueba la dureza del jabón. Debería estar lo suficientemente firme para ser desmoldado. Si usas guantes (aún puede ser ligeramente cáustico), desmolda con cuidado.
    • Si has usado un molde grande, es el momento de cortar el jabón en pastillas del tamaño que prefieras. Puedes usar un cuchillo de hoja lisa (no de sierra, y que no sea para uso alimentario posterior), un cortador de jabón específico, o incluso una lira de cortar queso. El color aún no será blanco definitivo, como dice el original; esto vendrá con el curado.
  8. Paso 8: El Curado – La Paciencia es la Clave de un Buen Jabón (¡ETAPA FUNDAMENTAL!).
    • Coloca las pastillas de jabón recién cortadas sobre una rejilla de secado (de madera, plástico o acero inoxidable) o en una caja de cartón forrada con papel de horno, asegurándote de que haya espacio entre ellas para que el aire circule por todos lados.
    • Deja curar el jabón en un lugar fresco, seco, oscuro y bien ventilado durante un mínimo de 4 a 6 semanas. Para un jabón hecho 100% con aceite de oliva (como este), un curado ideal es de 6 a 8 semanas, o incluso más.
    • Durante el curado, ocurren varios procesos importantes:
      • Se completa la saponificación (cualquier resto de sosa reacciona).
      • Se evapora el exceso de agua, por lo que el jabón se endurece y pierde peso.
      • El pH del jabón disminuye, volviéndose más suave y seguro para la piel.
      • Se desarrollan las propiedades finales del jabón.
    • Es recomendable dar la vuelta a las pastillas cada semana o dos para un secado uniforme.

¡Y después de este paciente proceso de curado, YA TENDRÁS TU AUTÉNTICO JABÓN CASERO DE ACEITE DE OLIVA, listo para usar y disfrutar!


Pastillas de jabón casero de aceite de oliva Hacienda Vadolivo en proceso de curado
Pastillas de jabón casero curándose, un tesoro natural fruto de la paciencia y la tradición, al estilo Hacienda Vadolivo.

Variación para los Más Atrevidos: Jabón Líquido para la Colada (Método de Pasta Diluida)

Si lo que queremos es un jabón líquido para utilizar en la colada, podemos adaptar la receta. La fórmula original proporcionada utiliza sosa cáustica (NaOH), que produce un jabón duro. Para hacer un jabón líquido desde el principio se usaría potasa cáustica (KOH). Sin embargo, podemos hacer una pasta de jabón con NaOH que luego se diluye.

Ingredientes (Fórmula Ajustada y más Clara):

  • Aceite de Oliva Usado y Limpio: 1,5 litros (aprox. 1365 gramos).
  • Sosa Cáustica (NaOH): 180 gramos (para un sobreengrasado del 5-6% con 1365g de aceite).
  • Agua Destilada (para la lejía): 450 gramos (aprox. 0,45 litros).
  • Agua Caliente Adicional (para diluir la pasta): De 5 a 10 litros, según la consistencia deseada.
  • Opcional para potenciar (añadir al final):
    • Un chorrito (100-200 ml) de tu detergente líquido comercial habitual (para mejorar el poder de limpieza en lavadoras modernas).
    • Unas gotas de aceite esencial (lavanda, limón, árbol de té) para perfumar (en lugar de suavizante comercial, cuya gran cantidad original podría desestabilizar la mezcla).

Proceso para la Pasta de Jabón Diluible:

  1. Sigue los pasos 1 a 5 de la receta de jabón sólido para preparar la lejía (con las cantidades indicadas para el jabón líquido) y mezclarla con el aceite hasta alcanzar la traza.
  2. Una vez en la traza, en lugar de verter en moldes, deja la mezcla en la misma olla (si es de acero inoxidable) o transfiérela a un cubo de plástico grande y resistente (PP o HDPE).
  3. Cubre el recipiente y deja que la pasta de jabón repose y saponifique durante 24-48 horas. Se volverá más densa y opaca.
  4. Pasado este tiempo, la pasta de jabón estará lista para ser diluida. Puedes rallarla o cortarla en trozos pequeños para facilitar la disolución.
  5. Añade unos 2-3 litros de agua muy caliente (no hirviendo) sobre el jabón troceado. Remueve con una cuchara de madera o espátula hasta que el jabón comience a disolverse. Este proceso puede llevar tiempo y puede requerir calentar la mezcla suavemente a fuego muy bajo (sin que hierva) para ayudar a la disolución.
  6. Una vez que la pasta inicial esté disuelta, puedes ir añadiendo más agua caliente gradualmente, removiendo bien después de cada adición, hasta alcanzar la consistencia de jabón líquido deseada (esto puede llevar varios días si se hace en frío, como sugiere el texto original «añadiendo un litro de agua caliente durante una semana»). Si lo haces en caliente (calentando suavemente), el proceso es más rápido.
  7. Cuando tengas la consistencia deseada y el jabón esté completamente disuelto y homogéneo, deja enfriar. Si has añadido los opcionales (detergente, aceites esenciales), mézclalos bien ahora.
  8. Envasa en botellas o recipientes adecuados. Este jabón líquido es ideal para la lavadora (usar la cantidad recomendada para tu máquina, suele ser menos que los detergentes comerciales) o para limpieza general.

Para los Más Detallistas: Personalizando tu Creación

Si lo que quieres es personalizar tu jabón un poquito más, ¡las posibilidades son casi infinitas! Siempre añade estos extras en el momento de la traza, justo antes de verter en el molde:

  • Colorantes Naturales:
    • Verde: Espirulina en polvo, arcilla verde, infusión de perejil o espinacas (usada como parte del agua de la lejía).
    • Marrón/Beige: Cacao en polvo, café molido, canela en polvo.
    • Amarillo/Naranja: Cúrcuma en polvo (con moderación, puede teñir), pimentón dulce (ídem), infusión de caléndula.
    • Rosa/Rojo: Arcilla rosa, infusión de hibisco.
  • Aceites Esenciales para Aromaterapia y Perfume: Unas 10-20 gotas por cada kilo de aceites en la receta suelen ser suficientes.
    • Relajantes: Lavanda, manzanilla, sándalo.
    • Estimulantes: Limón, naranja, pomelo, menta, eucalipto.
    • Purificantes: Árbol de té, romero.
    • En Hacienda Vadolivo, apreciamos los aromas naturales que nos rodean, como el romero o el tomillo de nuestros campos.
  • Exfoliantes Suaves para Jabones de Tocador:
    • Avena coloidal o finamente molida (calmante).
    • Café molido usado (estimulante y buen exfoliante).
    • Semillas de amapola o chía.
    • Arcillas (además de color, aportan propiedades limpiadoras y purificantes).
  • Ingredientes Nutritivos Adicionales (para jabones de tocador, en pequeñas cantidades):
    • Miel: Humectante y antibacteriana.
    • Gel de Aloe Vera puro: Calmante y regenerador.
    • Leche de Cabra o Avena (en polvo o líquida): Muy nutritivas y suaves. (Nota: usar leches requiere una técnica especial al preparar la lejía, a menudo congelando la leche y disolviendo la sosa muy lentamente para evitar que se queme).
  • Formas y Presentación: Utiliza moldes individuales con formas decorativas (flores, corazones). Una vez curado, puedes envolver tus jabones en papel encerado, tela de arpillera o algodón, atarlos con una cuerda rústica y añadir una etiqueta hecha a mano. ¡Son un regalo maravilloso y personal!

El Legado de Hacienda Vadolivo: Calidad, Tradición y Sostenibilidad

En Hacienda Vadolivo, la elaboración de AOVE de la máxima calidad es nuestra pasión, pero también valoramos profundamente las tradiciones que, como la fabricación de jabón casero, promueven el aprovechamiento de los recursos, el respeto por la naturaleza y el cuidado personal con ingredientes puros. Si bien la receta tradicional de jabón se enfoca en reciclar el aceite usado, queremos destacar que, para aquellos que deseen crear un jabón de tocador verdaderamente lujoso y con todas las propiedades antioxidantes y emolientes del mejor aceite, utilizar una pequeña porción de AOVE Hacienda Vadolivo nuevo (quizás uno que esté cercano a su fecha de consumo preferente para no «desperdiciar» el más fresco para consumo) dará como resultado un jabón de una calidad excepcional para la piel.

Este tipo de prácticas se alinea con nuestra filosofía de economía circular y sostenibilidad, donde cada elemento del olivar y su fruto tiene un valor y un propósito.

Conclusión: Redescubre el Placer de lo Auténtico y Sostenible con tu Jabón Casero

Elaborar tu propio jabón de aceite de oliva es una experiencia enriquecedora que te conecta con una tradición ancestral y te permite controlar exactamente qué ingredientes pones en contacto con tu piel y con el medio ambiente. Aunque requiere precaución en su manejo, especialmente con la sosa cáustica, los resultados son inmensamente gratificantes.

Esperamos que esta guía detallada de Hacienda Vadolivo te anime a probar. ¿A qué no esperabas que, con las debidas precauciones, fuese un proceso tan accesible? ¿Qué estás esperando para recuperar esta maravillosa costumbre y llenar tu hogar con el aroma limpio y natural del auténtico jabón de aceite de oliva?

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