En el Grupo Vadolivo, la búsqueda de la excelencia no se limita a la producción de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) de calidad superior. Nuestro compromiso se extiende a todo el ciclo de vida del olivar y sus productos, impulsados por una filosofía donde la innovación y la sostenibilidad son pilares irrenunciables. Creemos firmemente que no existen los imposibles, y por ello seguimos apostando por la investigación y el desarrollo en cada uno de los proyectos en los que nos embarcamos. ¿Conoces nuestro vanguardista proyecto de secadero de orujo en nuestra almazara? ¡Sigue leyendo este artículo para no perderte ni un detalle de esta iniciativa que redefine la gestión de subproductos en el sector!
La industria del aceite de oliva, fuente de riqueza económica, cultural y gastronómica, también enfrenta el desafío de gestionar de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente los subproductos derivados de la extracción del aceite. Uno de los más significativos es el orujo de oliva. En esta ocasión, vamos a profundizar en un proyecto que nació hace unos años en Hacienda Vadolivo, fruto de la colaboración estratégica con expertos en tecnología como Sólex Ibérica. El objetivo: revolucionar el proceso de secado del orujo, minimizando el impacto ambiental y maximizando la eficiencia energética y la rentabilidad. Este tipo de innovaciones son cruciales y suelen ser temas centrales en foros y ferias especializadas de la industria oleícola, donde la economía circular y las tecnologías verdes marcan el futuro del sector.
Comprendiendo el Orujo de Oliva: Un Subproducto con Gran Potencial
Antes de sumergirnos en la tecnología del secado, es esencial entender qué es el orujo de oliva. Tras la llegada de la aceituna a las almazaras y una vez que hemos logrado extraer ese preciado zumo que es el aceite de oliva virgen o virgen extra mediante procedimientos mecánicos, nos encontramos con un residuo semisólido conocido como orujo graso húmedo (a menudo llamado «alperujo» en sistemas de extracción de dos fases).
Este orujo está compuesto principalmente por:
- Agua: Es el componente mayoritario, representando entre un 40% y un 60% de su peso, lo que le confiere una alta humedad.
- Materia sólida: Incluye las pieles de la aceituna (epicarpio), la pulpa residual (mesocarpio) y fragmentos de hueso (endocarpio).
- Aceite de oliva residual: Una pequeña fracción de aceite que no pudo ser extraída mecánicamente, conocida como aceite de orujo, que suele oscilar entre el 2% y el 8%.
La alta humedad del orujo graso presenta varios desafíos:
- Transporte y Almacenamiento: Es voluminoso, pesado y propenso a la fermentación anaeróbica si no se maneja adecuadamente, lo que puede generar malos olores, lixiviados contaminantes y la proliferación de insectos.
- Procesamiento Posterior: Para la extracción del aceite de orujo contenido o para su uso como biomasa, es imprescindible reducir significativamente su contenido de humedad.
Dada la ingente cantidad de orujo que se genera anualmente en regiones productoras como Andalucía, su gestión sostenible no es solo una opción, sino una necesidad imperante.
El Secado del Orujo: Métodos Tradicionales y sus Desafíos Ambientales
El secado del orujo es una etapa crucial para su posterior valorización. Tradicionalmente, el método más extendido para secar grandes volúmenes de orujo ha sido el uso de secaderos rotativos tipo «trommel».
Estos sistemas consisten en grandes cilindros giratorios (tambores) a través de los cuales se hace pasar el orujo húmedo en contacto directo o indirecto con una corriente de gases a alta temperatura (a menudo entre 400ºC y 900ºC en la entrada). El calor es generado por la combustión de diversos materiales, como el propio orujillo (orujo ya seco), gas natural, biomasa o fueloil.
Si bien estos sistemas logran reducir la humedad del orujo, presentan una serie de inconvenientes significativos, especialmente desde el punto de vista ambiental y energético:
- Elevado Consumo Energético: Mantener las altas temperaturas necesarias para un secado rápido en estos sistemas implica un gasto considerable de combustible, lo que se traduce en altos costes operativos y una notable huella de carbono.
- Emisiones Contaminantes a la Atmósfera: Este es uno de los mayores problemas.
- Material Particulado (PM10, PM2.5): El movimiento del orujo y los gases de combustión arrastran finas partículas de orujillo y cenizas.
- Gases de Combustión: Dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx, especialmente si se usan combustibles con azufre), monóxido de carbono (CO).
- Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs): La alta temperatura volatiliza compuestos orgánicos presentes en el orujo, algunos de los cuales pueden ser olorosos o irritantes.
- Olores Desagradables: Las «oloras» características de las extractoras de orujo son bien conocidas en las zonas productoras.
- Necesidad de Sistemas de Depuración de Gases: Para intentar cumplir con las normativas ambientales, estas instalaciones suelen requerir complejos y costosos sistemas de filtración y depuración de los gases de escape, como ciclones, multiciclones, electrofiltros o lavadores de gases. Sin embargo, su eficacia no siempre es total o su mantenimiento es costoso.
- Pérdida de Componentes de Interés: Las altas temperaturas pueden degradar térmicamente algunos compuestos orgánicos del orujo, disminuyendo su calidad para ciertos usos posteriores o liberando compuestos no deseados.
Es en este contexto de necesidad de mejora donde el proyecto innovador de Hacienda Vadolivo y Sólex Ibérica cobra una relevancia especial.

El compromiso de Vadolivo con el medio ambiente impulsa proyectos innovadores como el nuevo secadero de orujo.
La Solución Vadolivo-Sólex Ibérica: Un Secadero de Orujo Revolucionario y Sostenible
El proyecto de Hacienda Vadolivo propone un sistema de secado alternativo que aspira a obtener un orujo con una humedad final controlada, entre un 10% y un 30%. Este rango es óptimo para su posterior procesado en extractoras de aceite de orujo (facilitando la acción del disolvente), para su uso como biomasa de alto poder calorífico, o para su compostaje eficiente.
La técnica desarrollada contrasta radicalmente con los sistemas rotativos tradicionales, enfocándose en la eficiencia energética y, sobre todo, en la minimización del impacto ambiental. Aunque los detalles específicos de la tecnología patentada son confidenciales, podemos inferir los principios de funcionamiento a partir de los beneficios anunciados:
Principios Clave de la Tecnología de Secado Innovadora de Vadolivo:
- Secado a Baja Temperatura: A diferencia de los trommels, este sistema probablemente opera a temperaturas significativamente más bajas. Esto es crucial para reducir la volatilización de compuestos orgánicos y la formación de partículas finas, además de preservar mejor la integridad del orujillo.
- Sistema de Flujo de Aire Controlado y/o Indirecto: Es posible que el sistema utilice un flujo de aire caliente que no entra en contacto directo con los gases de combustión (si es que se usa combustión para calentar el aire), o que emplee un sistema de circuito cerrado o semicerrado donde el aire de secado se recircula, condensando el agua evaporada del orujo. Esto último sería clave para la drástica reducción de emisiones.
- Alta Eficiencia en la Transferencia de Calor: Tecnologías como intercambiadores de calor avanzados podrían estar implicadas para maximizar la transferencia de energía al orujo húmedo y recuperar calor residual del aire de salida o del propio orujo seco.
- Monitorización y Automatización del Proceso: Un control preciso de variables como la temperatura, la humedad del aire, el flujo de orujo y el tiempo de residencia permite optimizar el proceso de secado, asegurando una humedad final homogénea y minimizando el consumo energético.
Ventajas Competitivas y Ambientales del Secadero Vadolivo:
Las mejoras que este sistema aporta son notables y marcan un antes y un después en el tratamiento del orujo:
- Reducción Casi Total de Emisiones Contaminantes:Quizás sea precisamente este último punto el que marca la diferencia más radical entre los sistemas de secado rotativo convencionales y el que proponemos desde Hacienda Vadolivo. La principal ventaja de nuestra propuesta es que nos permite reducir prácticamente a cero los requerimientos de filtración del aire de escape. Al operar a temperaturas más bajas y, posiblemente, en un sistema más cerrado, la emisión de partículas, COVs y otros gases contaminantes se minimiza hasta tal punto que los costosos y complejos sistemas de depuración de gases se vuelven innecesarios. Esto no solo supone un ahorro económico en inversión y mantenimiento, sino que es una prueba tangible de nuestro compromiso con el mantra que nos caracteriza: el respeto al medioambiente.
- Espectacular Ahorro Energético:El sistema está diseñado para reducir los costes energéticos en aproximadamente un 40% en comparación con los secaderos tradicionales. Este ahorro se logra mediante la operación a temperaturas inferiores, una mayor eficiencia en la transferencia de calor, y la posible recuperación y reutilización de energía residual. Un menor consumo de energía no solo reduce los costes operativos, sino que también disminuye la huella de carbono asociada al proceso.
- Mejora en la Rentabilidad y Eficiencia del Proceso Global:Nuestro proyecto contempla también un aumento tanto en la rentabilidad de los procesos energéticos involucrados en el tratamiento de los residuos procedentes de la extracción del aceite de oliva, como en el rendimiento del proceso de extracción del aceite de orujo. Un orujo secado de manera más suave y uniforme, sin degradación térmica, puede facilitar una extracción con disolventes más eficiente y, potencialmente, obtener un aceite de orujo crudo de partida de mejor calidad (aunque este luego se refine). Además, se espera una reducción en el tiempo que se tarda en realizar dicho proceso de secado, lo que implica una mayor capacidad de tratamiento o menores tiempos de operación.
- Recuperación y Valorización del Calor Residual:Una de las ventajas más interesantes es la posibilidad de recuperar el calor residual generado durante el proceso de secado y utilizarlo en otros procesos de la almazara. Por ejemplo, este calor podría emplearse para precalentar el agua utilizada en el batido de la pasta de aceituna (lo que a su vez reduce el consumo energético en la obtención del AOVE), para la climatización de las instalaciones, o para otros usos industriales, mejorando la eficiencia energética global de Hacienda Vadolivo.
- Calidad Superior del Orujillo Seco:Al secarse a temperaturas más bajas y de forma más controlada, el orujillo resultante conserva mejor sus propiedades. Esto lo convierte en una biomasa de mayor calidad (mayor poder calorífico, menos cenizas, combustión más limpia) o en una materia prima superior para la elaboración de compost o incluso para la extracción de compuestos bioactivos (como polifenoles) que no han sido degradados por el calor excesivo.
Estas ventajas, unidas a la drástica reducción del impacto ambiental, convierten esta iniciativa de Vadolivo en algo verdaderamente pionero en el sector, cuyo desarrollo nos va a permitir subir un peldaño más en nuestra continua apuesta por seguir innovando y liderando con el ejemplo en materia de sostenibilidad.
El Orujillo Seco: De Subproducto a Recurso Valioso
Gracias a tecnologías de secado eficientes y limpias como la desarrollada por Vadolivo, el orujo de oliva deja de ser un residuo problemático para convertirse en «orujillo», un subproducto revalorizado con múltiples aplicaciones, cerrando el ciclo de la economía circular:
- Extracción de Aceite de Orujo de Oliva: Sigue siendo uno de sus principales destinos. El orujillo seco y acondicionado es transportado a las extractoras donde se le extrae el aceite mediante disolventes.
- Biomasa para Generación de Energía: El orujillo es un excelente biocombustible. Puede utilizarse en calderas para generar calor (para la propia almazara, secaderos, otras industrias, calefacción) o electricidad en plantas de biomasa. Un orujillo de calidad, bien seco y con bajo contenido en impurezas, como el que se obtendría con el sistema Vadolivo, es más eficiente y menos contaminante como combustible.
- Compostaje y Enmiendas Orgánicas: El orujillo, especialmente si no ha sido sometido a temperaturas extremas, es una excelente base para la elaboración de compost de alta calidad, como el «compost de alperujo» que en Vadolivo ya utilizamos para fertilizar nuestros olivares, mejorando la estructura y la vida microbiana del suelo.
- Alimentación Animal: Previo tratamiento y análisis, el orujillo puede incorporarse en ciertas proporciones en la formulación de piensos para ganado.
- Extracción de Compuestos Bioactivos: El orujo de oliva es rico en polifenoles y otros compuestos con propiedades antioxidantes y saludables. Existe una creciente investigación para extraer estos fitoquímicos y utilizarlos en la industria nutracéutica, cosmética o alimentaria. Un secado suave preservaría mejor estos compuestos.
Una Estrategia Integral de Sostenibilidad en Grupo Vadolivo
Este innovador proyecto de secadero de orujo no es una iniciativa aislada. Se enmarca dentro de una visión y una estrategia mucho más amplia del Grupo Vadolivo hacia la sostenibilidad integral, la economía circular y el respeto por el medio ambiente. Es un complemento perfecto a otros proyectos en los que estamos inmersos, como nuestro proyecto LIFE Olea Regenera, enfocado en la reutilización y valorización de los residuos y subproductos de la extracción del aceite de oliva para regenerar suelos y crear un modelo agrícola más sostenible.
La participación en foros de la industria, la colaboración con centros tecnológicos como Sólex Ibérica, y la inversión continua en I+D+i son prueba del compromiso de Vadolivo no solo con la calidad excepcional de sus AOVEs, sino también con la búsqueda de soluciones que minimicen la huella ambiental de toda la cadena de producción. Temas como la economía circular, la sostenibilidad y la innovación tecnológica son, y seguirán siendo, protagonistas en nuestra hoja de ruta.
Mirando al Futuro: Un Sector Oleícola Más Verde y Eficiente
La industria del aceite de oliva se enfrenta a importantes desafíos, desde el cambio climático hasta la necesidad de ser más competitiva y sostenible. La gestión y valorización de subproductos como el orujo es uno de esos retos clave. La tendencia global es clara: avanzar hacia una valorización integral de la aceituna, donde cada componente se aproveche y se minimicen los residuos y el impacto ambiental.
Tecnologías más limpias, eficientes y económicamente viables, como la propuesta por Vadolivo para el secado del orujo, son esenciales para esta transición. La legislación ambiental es cada vez más exigente, y la conciencia social y de los consumidores demanda productos obtenidos mediante procesos respetuosos con el planeta. Empresas pioneras como Vadolivo no solo se adaptan a estos cambios, sino que los lideran, marcando el camino a seguir.
Conclusión: Vadolivo, Innovación con Conciencia para un Legado Sostenible
El proyecto del nuevo secadero de orujo de Hacienda Vadolivo es mucho más que una mejora tecnológica; es una declaración de principios. Refleja una visión de futuro donde la excelencia en la producción de AOVE va de la mano con la máxima responsabilidad ambiental y la apuesta por la innovación como motor de cambio.
Reducir drásticamente las emisiones contaminantes, disminuir el consumo energético en un 40%, mejorar la rentabilidad y obtener un subproducto de mayor calidad son logros que no solo benefician a Vadolivo, sino que contribuyen a un sector oleícola más sostenible y preparado para los desafíos del siglo XXI. Es nuestra forma de asegurar que el legado del «mar de olivos» perdure para las futuras generaciones, tan lleno de vida y riqueza como lo conocemos hoy.
Este y otros proyectos de investigación y desarrollo son la prueba de que en Vadolivo, la pasión por el aceite de oliva se fusiona con un compromiso inquebrantable con la tierra que nos da sus frutos y con el futuro de nuestro planeta.